Chile: dos veces rey de América

Misma final, misma definición, misma historia: Chile revalidó el título de campeón del año pasado en su casa, derrotó a Argentina por penaltis y levantó el bello trofeo de la Copa América Centenario.
Otra vez, como en los últimos 23 años, Argentina se quedó con las ganas de celebrar a pesar de ser favorito. En 120 minutos de más lucha que fútbol, soñó la consagración. Romero esperaba que la fortuna estuviera de su lado cuando en frente de él se paraba el casi 'infalible' Vidal en los penaltis. De olfato le adivinó el palo, lo aguantó y lo dejó con las manos vacías, él que era el mejor de su equipo en tiempo regular.
Y entonces, lo impensable: Messi envió su cobro a la tribuna. Tanto le dolió que por poco rompe la camisa, que aún después del gol de Mascherano -un remate furioso, a lo ‘jefecito’- seguía agarrándose la cabeza. Vendría Aranguiz, que no le dio respiro a Romero. Y el ‘rematico’ colocadito de Agüero, al que por poco llega el buen arquero Bravo. Bosejour y Silva la pusieron en un rincón y Biglia falló el penalti definitivo. Aunque en realidad, el definitivo lo erró el 10, que rompió en llanto.
Y así, con un segundo título en dos años después de décadas de espera, Chile se recibió de grande en América y entró en la historia del torneo con un doblete que la proyecta como candidata para el Mundial de Rusia-2018.
Esta victoria (4-2) en el MetLife Stadium (Nueva Jersey) despejó cualquier duda sobre la chapa de campeón de esta generación dorada coronada ya en casa en 2015. Es que Arturo Vidal, Alexis Sánchez, Eduardo Vargas, Claudio Bravo y este gran equipo chileno cambiaron de técnico con la partida de Jorge Sampaoli y la llegada de Juan Antonio Pizzi pero no de estilo ni de ambición. El embrión de esta ‘Roja mecánica’ viene de lejos: Vidal, Alexis, Mauricio Isla, Gary Medel y el arquero Christopher Toselli son sobrevivientes del equipo juvenil tercero en el Mundial Sub-20 de Canadá-2007.
El moderno juego de presión asfixiante sobre el rival y explosión en ataque moldeado por Marcelo Bielsa y sus sucesores ha encontrado intérpretes de excelencia que vencieron el viejo complejo de inferioridad de Chile. Hoy sus jugadores son estrellas en Europa y por eso no les pesó la presión de tener que defender el título.